sábado, 5 de marzo de 2011

AGUA DE ÁNGELES

AMANTES DE FICCIÓN

María Luisa Arnaiz Sánchez

Los amantes, Picasso

   Cuando Dante se introduce en el segundo círculo del Infierno de la “Divina comedia”, se encuentra a los lujuriosos, a los que pecaron por amor. Allí están Francesca y Paolo, protagonistas de un drama que la tradición sitúa en 1285. Ella era hija de un amigo del autor y estaba casada con Giovanni Malatesta, apodado “Gianciotto” o “lo sciancato”, el cojo; él, conocido como “il Bello”, estaba casado con la condesa Ghiaggiolo y era hermano del marido de Francesca. Los amantes habían sido asesinados por Giovanni al verlos abrazados y Dante se dirige a la joven: “Francesca, tus amores / me hacen llorar con triste sentimiento / mas di: en el tiempo aquel de las venturas / ¿cómo y por qué te concedió el amor / conocer las pasiones aún oscuras?

Paolo e Francesca
Magyar Nemzeti Galéria. Budapest

   Francesca le cuenta que ella y Paolo se enamoraron leyendo una historia famosa de la matière de Bretagne y que el hechizo se produjo en el instante en que Lanzarote besaba a la reina Ginebra:

Leíamos un día por deleite,
cómo hería el amor a Lanzarote;
solos los dos y sin recelo alguno.
Muchas veces los ojos suspendieron
la lectura, y el rostro emblanquecía,
pero tan solo nos venció un pasaje.
Al leer que la risa deseada
era besada por tan grande amante,
este, que de mí nunca ha de apartarse,
la boca me besó, todo él temblando.

 El beso, Chagall

   Así penetramos en una historia imaginada por el poeta florentino, que copió y utilizó no solo el modelo arquitectónico de ultratumba de Abenarabi, místico nacido en Murcia en 1264, sino incluso escenas como la negra borrasca que envuelve a los adúlteros, la lluvia ígnea que cae sobre los sodomitas, la densa humareda que castiga a los coléricos y, sobre todo, el encuentro con Beatriz, episodio idéntico a la entrada del alma en el paraíso islámico. Los tercetos anteriores terminan como sigue: “el libro, y quien lo escribió fue para nosotros otro *Galeoto. / Aquél día ya no leímos más.”
*Galeoto significa “alcahuete”.

El beso, Federico García Lorca, 1925

   El aristocratismo de la comedia es notorio, pues en la época solo ciertas nobles o enclaustradas sabían leer, y no muchos hombres, pero Dante es original en cuanto a hacer que sus personajes, Paolo y Francesca, se enamoren leyendo un libro. Precisamente el poder de la palabra es el que los induce a saberse correspondidos en su pasión y el beso simultáneo de los amantes de ficción, Lanzarote y Ginebra, y el suyo, lectores ficcionales, sella su destino. Se trata de una fantasía dentro de una fantasía, donde la seducción se produce por la literatura. Lo “oído” origina lo maravilloso como se cuenta de la Virgen: El ángel del Señor “anunció” a María. Y concibió…
 
Anunciación, Maestro Flemalle
Metropolitan Museum

   El derecho canónico entiende por adulterio la violación de la fe conyugal pero el derecho romano, antecedente del derecho civil, lo tipificaba en función del estado de la mujer: si era soltera, se trataba de estupro y, si era casada, de adulterio, por lo que solo la mujer podía incurrir en él y ser condenada, punto de vista en exceso misógino. El adulterio, la profanación del lecho conyugal, deriva de “ad alterius torus”, ‘hacia otro tálamo’, simbolizado por Plinio en la archiconocida imagen del cuclillo con la que metaforizó al “cornudo”, ‘cocu’, ‘cuckold’, aunque en verdad debió simbolizar al amante. “Coccix ova subit in nidis alienis…”, “el cuclillo deposita sus huevos en nido ajeno; así muchos hacen madres a las mujeres ajenas”.

Cuclillo

   En las letras españolas Cervantes cuenta: “Estaban acaso a la puerta dos mujeres mozas, de estas que llaman del *partido, las cuales iban a Sevilla con unos arrieros que en la venta aquella noche acertaron a hacer jornada; y como a nuestro aventurero todo cuanto pensaba, veía o imaginaba, le parecía ser hecho y pasar al modo de lo que había leído, luego que vio la venta se le representó que era un castillo…(y) como él se imaginaba que aquellas…eran algunas principales señoras y damas de aquel castillo, les dijo con mucho donaire:

                 Nunca fuera caballero
                 de damas tan bien servido
                 como fuera don Quijote
                 cuando de su aldea vino:
                 doncellas curaban dél,
                 princesas del su rocino”.

*Moza de partido: prostituta

   Don Quijote parodia el romance cuyos dos primeros versos quedaron en la memoria de tantos españoles y, “loco” por amor a la literatura, se ve como un Lanzarote redivivo, por consiguiente comprobamos un nuevo caso de ficción literaria dentro de la ficción. El poema dice:

Nunca fuera caballero    de damas tan bien servido
como fuera Lanzarote    cuando de Bretaña vino,
que dueñas cuidaban dél,   doncellas de su rocino.
Esa dueña Quintañona,   esa le escanciaba el vino;
la linda reina Ginebra   se lo acostaba consigo.
            Y estando al mejor sabor,   que sueño no había dormido,
la reina toda turbada   un pleito ha conmovido:
- “Lanzarote, Lanzarote,   si antes hubieras venido
no hablara el orgulloso   las palabras que había dicho:
que a pesar de vos, señor,   se acostaría conmigo”.
Ya se arma Lanzarote,   de gran pesar conmovido;
despídese de su amiga,   pregunta por el camino;  
topó con el orgulloso   debajo de un verde pino;
combátense de las lanzas,   a las hachas han venido;
ya desmaya el orgulloso,   ya cae en tierra tendido,
cortárale la cabeza   sin hacer ningún partido.
              Vuélvese para su amiga,   donde fue bien recibido.

La canción de amor, Sir Edward Burne-Jones

   Aprendí esos versos de corrido, leí a Dante por deber y a Bécquer por placer, descubriendo que la Rima XXIX recreaba una vez más la “mise en abîme” del libro dentro del libro. Otros amantes de ficción encendían su pasión leyendo a los ficcionales, la apagaban con un beso y hablaban de  "creación":

La bocca mi bacciò tutto tremante

Sobre la falda tenía
el libro abierto;
en mi mejilla tocaban
sus rizos negros.
No veíamos las letras
ninguno creo;
mas guardábamos ambos
hondo silencio.
¿Cuánto duró? Ni aun entonces
pude saberlo.
Sólo sé que no se oía
más que el aliento,
que apresurado escapaba
del labio seco.
Sólo sé que nos volvimos
los dos a un tiempo,
y nuestros ojos se hallaron
y sonó un beso.
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Creación de Dante era el libro,
era su Infierno.
Cuando a él bajamos los ojos,
yo dije trémulo:
—¿Comprendes ya que un poema
cabe en un verso?
Y ella respondió encendida:
—¡Ya lo comprendo!

Boca Bacciata, Rossetti, 1859

   Borges, perito en el tema que he propuesto, perdonó a Paolo y Francesca porque en su opinión el amor es puro arte: “Dejan caer el libro, porque ya saben que son las personas del libro. (Lo serán de otro, el máximo, pero eso, qué puede importarles.) Ahora son Paolo y Francesca, no dos amigos que comparten el sabor de una fábula. Se miran con incrédula maravilla. Las manos no se tocan. Han descubierto el único tesoro; han encontrado al otro. No traicionan a Malatesta, porque la traición requiere un tercero, y solo existen ellos dos en el mundo. Son Paolo y Francesca y también la reina y su amante y todos los amantes desde aquel Adán y su Eva en el pasto del Paraíso. Un libro, un sueño, les revela que son las formas de un sueño que fue soñado en Gran Bretaña. Otro libro hará que los hombres, sueños también, los sueñen”.

*El beso, Rodin

*La obra se llamó “Francesca da Rimini” hasta que en 1887 los críticos sugirieron el nuevo título.


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